
El municipio de Suesca es un punto clave en la historia ferroviaria de Colombia, al ser atravesado por dos importantes líneas férreas: el Ferrocarril del Norte, que conectaba Bogotá con Barbosa (Santander), y el Ferrocarril del Nordeste, que se dirigía hacia Belencito (Boyacá). Estas dos carrileras se aproximan en el territorio suescano, lo que permitió que el municipio contara con cuatro estaciones de tren: Suesca, La Laguna, El Crucero y Santa Rosa. Durante décadas, el tren fue el eje del comercio, el transporte de mercancías y el intercambio cultural en la región.
Ambos ferrocarriles estuvieron en funcionamiento desde finales del siglo XIX hasta 1991, cuando cesaron sus operaciones comerciales. Sin embargo, parte de sus tramos fueron reactivados en 1992 con fines turísticos, especialmente el recorrido entre Bogotá y Zipaquirá. Hoy, las antiguas estaciones de Suesca conservan su encanto arquitectónico y evocan una época de progreso y conexión.

El municipio de Suesca es un punto clave en la historia ferroviaria de Colombia, al ser atravesado por dos importantes líneas férreas: el Ferrocarril del Norte, que conectaba Bogotá con Barbosa (Santander), y el Ferrocarril del Nordeste, que se dirigía hacia Belencito (Boyacá). Estas dos carrileras se aproximan en el territorio suescano, lo que permitió que el municipio contara con cuatro estaciones de tren: Suesca, La Laguna, El Crucero y Santa Rosa. Durante décadas, el tren fue el eje del comercio, el transporte de mercancías y el intercambio cultural en la región.
Ambos ferrocarriles estuvieron en funcionamiento desde finales del siglo XIX hasta 1991, cuando cesaron sus operaciones comerciales. Sin embargo, parte de sus tramos fueron reactivados en 1992 con fines turísticos, especialmente el recorrido entre Bogotá y Zipaquirá. Hoy, las antiguas estaciones de Suesca conservan su encanto arquitectónico y evocan una época de progreso y conexión.