
El Cerro de la Comunidad es el cerro tutelar de Suesca, un lugar cargado de simbolismo religioso y natural que domina el paisaje del municipio. En uno de sus hombros se encuentra la imagen de la Virgen de la Z, una figura venerada por la comunidad local. Para llegar hasta ella, los visitantes recorren un camino serpenteante que asciende entre vegetación nativa y vistas panorámicas, acompañado por las estaciones del Vía Crucis, que marcan una ruta de reflexión y recogimiento.
Durante la Semana Santa, este sendero cobra especial importancia, ya que desde la Iglesia Nuestra Señora del Rosario se realiza una procesión en la que se asciende una cruz de grandes dimensiones hasta la cima del cerro. Esta tradición, profundamente arraigada en la identidad suescana, convierte al Cerro de la Comunidad en un destino ideal para quienes buscan una experiencia espiritual, cultural y paisajística. Desde su cima, se puede contemplar una vista privilegiada del municipio y del altiplano cundiboyacense.

El Cerro de la Comunidad es el cerro tutelar de Suesca, un lugar cargado de simbolismo religioso y natural que domina el paisaje del municipio. En uno de sus hombros se encuentra la imagen de la Virgen de la Z, una figura venerada por la comunidad local. Para llegar hasta ella, los visitantes recorren un camino serpenteante que asciende entre vegetación nativa y vistas panorámicas, acompañado por las estaciones del Vía Crucis, que marcan una ruta de reflexión y recogimiento.
Durante la Semana Santa, este sendero cobra especial importancia, ya que desde la Iglesia Nuestra Señora del Rosario se realiza una procesión en la que se asciende una cruz de grandes dimensiones hasta la cima del cerro. Esta tradición, profundamente arraigada en la identidad suescana, convierte al Cerro de la Comunidad en un destino ideal para quienes buscan una experiencia espiritual, cultural y paisajística. Desde su cima, se puede contemplar una vista privilegiada del municipio y del altiplano cundiboyacense.