Construida en 1934 por la comunidad de la vereda El Oberjeras, esta capilla es un símbolo de fe y tradición campesina. Se encuentra en el sector El Crucero y fue erigida en honor a San Isidro Labrador, patrono de los agricultores y campesinos, reconocido por su devoción, humildad y milagros relacionados con la tierra y el trabajo rural.

La capilla es de arquitectura sencilla y acogedora, compuesta por una sola nave que conduce al altar principal. Este altar está dedicado a San Isidro, cuya imagen preside el espacio sagrado, rodeada de elementos que evocan la vida campesina: espigas de trigo, herramientas de labranza y flores del campo.